lunes, 2 de noviembre de 2015

Hoy

Tengo grandes razones para alabar y servir a mi Dios, y no tiene nada que ver con lo temporal que recibo aunque es una consecuencia de obedecer lo cual lo hace más valioso y espiritual, es por la paz y esperanza de un mundo mejor que me invade, no puedo soltar la cuerda espiritual, no puedo desconcentrarme, en el ejercicio diario de cambiar mi naturaleza, de leer las escrituras, de orar fervientemente y pedir específicamente a mi Dios, hasta llegar a convertirme a ese principio de rectitud que es el amor, siempre me he preguntado porque los profetas llevan su mensaje aun a expensas de su propia vida y es porque a ellos les ocurrió algo que a mi aun no me ocurre, pero anhelo con toda mi alma que me ocurra, es porque entendieron la naturaleza de Dios y al entenderlo empezaron a ver a los hombres de una manera distinta, empezaron a amarlos, percibieron su potencial, sus ojos fueron abiertos y adquirieron una condición celestial, servir a Dios es un honor imprescindible para lograr una condición celestial, quien sirve con todo su corazón llega a amar a quien le sirve y cumple los mandamientos más importantes de amar a Dios sobre todas las cosas y amar a su prójimo como a sí mismo, como las madres a sus hijos. (Alma 13:18) cuando veamos como ellos ven podremos establecer la paz, que no es la ausencia de la guerra sino un estado del alma.


jueves, 1 de octubre de 2015

Temas Sud

"Santidad al señor"
Lapices de colores sobre papel
Dibujo de Melvin Lans
 "El gran rescate"
Lapices de colores sobre papel
Dibujo de Melvin Lans
 "Los lamanitas florecerán como la rosa"
Lapices de colores sobre papel
Dibujo de Melvin Lans
"Sois llamados a la obra"
Lapices de colores sobre papel
Dibujo de Melvin Lans

lunes, 13 de abril de 2015

i

“La gente pelea, por fanatismo, por fútbol, por política, por religión, pelean por dinero, pelean por envidias, y en sus contiendas convierten sus causas justas en causas perdidas, un hombre debe defender sus derechos, y emprender con militancia la tarea de hacerlo, pero cuando sus razones se convierten en odios, sus palabras en venganzas y sus métodos en incitaciones, tales hombres pierden la ruta hacia la justicia, y se confunden, porque llega el momento en que no saben si están defendiendo la verdad o su propio ego, justo en ese momento el hombre pierde la guerra”.

Dibujos con lapices de colores sobre papel